A día de hoy todos tenemos claro qué es el networking:  esos encuentros entre profesionales y empresas que nos dan la oportunidad de generar relaciones, conocer personas y establecer contactos interesantes para nuestra vida profesional.

Algunos acuden y no se atreven a hablar con la gente, otros no le sacan el partido que pensaban, los hay que solo están observando y también están aquellos que recopilan un montón de tarjetas y se van a casa tan contentos.

Habrás oído también que en los networking debes saber quién va a acudir, preparar tu mensaje profesional, buscar personas que sean de interés en tu sector, hablar e interaccionar con el mayor número de personas posible y entregar cuantas tarjetas de visita puedas.

Es una experiencia que cuando llegas a casa te lleva a concluir lo siguiente:

–          He ampliado mis contactos

–          Me ha conocido más gente

–          Creo que a algunas personas les he resultado interesante

–          He conocido empresas que desconocía a qué se dedicaban

–          He disfrutado de un buen ambiente y el catering estuvo genial

Eso está muy bien, pero ¿qué ocurre después? Es decir,

¿qué vas a hacer para que no se olviden de ti?

Esa es la clave para saber si esos “contactos” se van a convertir en “personas” que forman parte de tu día a día profesional.

Está en tu mano si, para esas personas, quieres seguir siendo un contacto más o resultas ser alguien en quien ellos piensen cuando requieran un profesional (y buena persona) para una oportunidad de trabajo o una colaboración.

Para que lo veas más cerca aún, te lo voy a contar con ejemplos y experiencias reales.

BUSCAS EMPLEO Y ACUDES A UN EVENTO

Te puedo asegurar que aún sigo en contacto con personas que han acudido a eventos realizados hace dos años y te voy a decir por qué.

Algunos de ellos, han realizado una presentación en esos eventos, lo han hecho muy bien y han transmitido lo que saben hacer: primera diferencia con los que están de observadores.

En el evento, algunas que ya conocía en redes se han presentado para conocernos físicamente, me han hecho llegar buenas vibraciones y he conocido de primera mano su propuesta de valor.

Después del evento, personas que he conocido por primera vez me han seguido en redes sociales, otras me han escrito directamente y a las que les puse cara, me han enviado un mensaje para agradecerme el tiempo dedicado en el evento.

Unos meses después, a esas personas las vuelvo a ver en otros eventos, observo su movimiento continuo en redes sociales, veo que aportan reflexiones y comentarios, comparten contenido y además te envían mensajes para contarte cómo les va. Otros incluso tratan de cuadrar agenda para tomarse un café contigo.

¿Y sabes qué? Se hacen presentes en tu día a día, les estás viendo continuamente, por lo tanto, si alguien me pregunta por un profesional de un área concreta, se me enciende la bombilla y me acuerdo de esa persona.

Y además, en ese tiempo he podido conocerla aún mejor por cómo se comporta en redes y afianza aún más mi confianza en recomendarla.

Esto te lo cuento desde mi propia experiencia, pero voy más allá: imagínate que dentro de esas personas que conocerás en eventos, entablas conversación con aquellos responsables de realizar la selección de personal en su empresa…Haz lo mismo, lo tienes en bandeja, no dejes que se olviden de ti.

REGLA número 1 a tener en cuenta: todas las personas que conozcas son importantes y pueden ser la llave para que consigas una oferta laboral. Las hay que reclutan directamente y habrá otras que sirvan como contacto de un contacto y así hasta llegar a ti. Cuídalas a todas.

ACUDES A CURSOS SOBRE BÚSQUEDA DE EMPLEO

Hay personas que acuden al curso, cumplen horario, participan lo justo y generan buen rollo en el grupo.

Y las hay que van más allá: marcan diferencia, reflexionan sobre los temas, se involucran en todas las actividades y ayudan a los compañeros.

Además, se molestan en saber los nombres de los formadores que van a impartir la formación (no eres “esa chica rubia que vino a dar clase”), interaccionan con ellos, les piden algún consejo, les dan las gracias cuando les envías los PowerPoint (cosa que ocurre el 20% de las veces), comienzan a seguirles en redes y establecen una relación más allá de alumno-formador.

Los que impartimos formación en este campo, no transmitimos conocimientos sobre una materia, sino que tenemos un objetivo muy claro: ayudar y acompañar a las personas en su camino hacia el empleo. Y esta ayuda va más allá del aula.

Porque a mí también me interesa conocer personas en búsqueda por si en algún momento veo una oferta para ellos o sé de alguna empresa que busca un profesional con su perfil.

Y al igual que ocurre con el caso anterior, si no te estoy viendo una vez finalizado el curso, es muy probable que ya no me acuerde de ti.

No olvidemos la importancia de seguir en contacto con los compañeros de los cursos, ellos también te pueden informar sobre ofertas o conocidos que buscan alguien como tú.

REGLA número 2 a tener en cuenta: lo que haces habla de ti, cómo lo haces también. En el aula, estamos observando continuamente y cuando hay talento, se reconoce rápido. Muestra tus competencias y tu profesionalidad siempre que puedas, en cualquier tipo de formación.

ACUDES A UNA CHARLA O CONFERENCIA DE ALGUIEN QUE CONOCES

Sé que da un poco de vergüenza ir a hablar con el ponente de una charla, pero de verdad, que se agradece muchísimo.

Si acudes a una conferencia de una persona a la que sigues en redes, que ya conoces o que te apetece de verdad conocer…no dudes en decirle que estás allí, que has ido a verle y lo que te ha aportado su presentación. Es una forma de seguir estando en su mente y así se seguirá acordando más de ti.

Comparte la información sobre la charla, publica qué te ha parecido y no dejes pasar la oportunidad de interaccionar en redes sociales sobre ello con el protagonista.

REGLA número 3 a tener en cuenta: ser generoso en este sentido no significa “hacer la pelota”. La generosidad siempre te trae de vuelta mucho más de lo que has podido dar.

PARTICIPAS EN PROGRAMAS DE EMPLEO

Es una oportunidad de oro para mostrar tu valor y para que eso tan bueno que tienes, no quede en el olvido.

Ahí vas a conocer muchas personas: coordinador del programa, compañeros, profesionales de recursos humanos y otros colaboradores.

Este tipo de programas son una de las formas de hacerte visible, de trabajar en tu desarrollo, en tu marca personal y cualquier lugar y momento será el idóneo para seguir conociendo personas.

Al igual que en los anteriores ejemplos, no te escondas, interacciona con el resto de participantes, hazte un hueco como profesional de tu campo y no dejes de agradecer siempre el tiempo que os dedican las personas que también participan colaborando en el proyecto.

Regla número 4 a tener en cuenta: nunca desperdicies una oportunidad de mostrarte, no tengas miedo a que te vean. Aprovecha esa visibilidad que te dan estos programas para darlo todo y llegar a más personas.

De verdad que todo esto que te he contado ocurre, ese 80% de ofertas de empleo que no se publican vienen por este tipo de relaciones.

Y los que estamos en el lado de la orientación, formación y selección os podríamos contar cantidad de situaciones que se nos dan cada semana, con empresas que piden candidatos y acuden a nosotros en busca de alumnos o personas que podamos recomendar para un puesto de trabajo.

¡Pero, claro! Te lo tienes que currar, las relaciones se cocinan a fuego lento y para que sea posible que tu cara aparezca en nuestra cabeza en el momento adecuado, hemos tenido que pasar de ser un mero contacto (al que acudes cuando le necesitas) a ser una persona con la has establecido una relación profesional (que en ocasiones llega a ser personal).