Las dinámicas de grupo en los procesos de selección son pruebas de discusión verbal que se realizan entre los candidatos a un puesto de trabajo, con el fin de evaluar determinadas competencias que se consideran adecuadas para el desempeño del trabajo ofertado.
Es normal que el hecho de enfrentarse a las dinámicas, cause temor o nerviosismo a los candidatos, en especial aquellos que se presentan por primera vez a pruebas de este tipo.
Surgen casi siempre las mismas preguntas:
– ¿Qué están buscando realmente?
– ¿Es mejor comportarte de esta forma o de esta otra?
– ¿Intento representar un papel o me muestro como soy?
– ¿Cuál es la solución correcta? ¿Qué pasa si no doy con la solución?
Para que no cunda el pánico comenzaré diciéndote que las dinámicas no tienen una solución ni una respuesta correcta: no se evalúa la solución en sí misma, se valora todo el proceso que os hace llegar a la conclusión, sea cual sea dicha conclusión.
Existen diferentes tipos de dinámicas:
– Con rol asignado: se te da un papel o personaje en el debate y tienes que defenderlo.
– Sin rol asignado: nadie tiene papel asignado, se llega a la conclusión por consenso.
En las dinámicas observamos comportamientos determinados que van asociados a aquellas competencias que son necesarias para el puesto ofertado.
Con un ejemplo quizás se entienda mejor:
Imaginaros que estamos buscando la competencia LIDERAZGO.
Para comprobar si una persona tiene esa competencia, observaremos determinadas conductas o comportamientos que va mostrando en la dinámica.
Serían comportamientos positivos: iniciar el diálogo, escuchar las ideas de los demás, organizar los tiempos, animar a todos a participar.
En cambio serían negativos: monopolizar el debate, mostrarse crítico con todos, mantenerse en silencio, participar poco en el debate.
El seleccionador tendrá un listado de competencias que son necesarias para el puesto y de cada una de ellas irá marcando los comportamientos que observa (positivos y negativos) para comprobar después qué candidato o candidatos son los adecuados.
Lo que os causará incertidumbre es no saber qué están buscando, se puede intuir por el puesto al que optas, tú mismo tendrás que analizar qué competencias pueden ser las que encajan.
Aunque también es cierto que no siempre las tendrás muy claras, por lo tanto, lo mejor que puedes hacer es ser participativo, flexible, escuchar a los demás y no tener miedo en ser persuasivo (que no inamovible) en tu argumento utilizando la asertividad y asumiendo que también puedes cambiar tu opinión si otra persona del grupo ofrece un argumento sólido y coherente.
Suelo recomendar que lo mejor es ser tú mismo y no tratar de representar ningún papel, ya que es difícil mantener la ficción demasiado tiempo y al final se acabará descubriendo.
Otra cosa que se evalúa en las dinámicas son los valores, que se pueden evaluar a través de:
- Observación de determinados comportamientos
- Argumentos que utiliza
- Interacción con el grupo
- Modo de comunicarse
- Valoración de las opiniones de los demás
- Disposición para llegar a un acuerdo
Al final, en una dinámica siempre estará presente ese punto de duda sobre lo que la empresa está buscando, al igual que ocurre en las entrevistas de selección, por lo tanto lo más recomendable es mostrarse como uno es con el fin de dar una imagen real de nosotros mismos.
Dejad el miedo a un lado y ¡disfrutad de la experiencia!