Seguimos usando este verbo que tan poco me gusta: retener. Parece que es obligar, impedir hacer algo, querer tener algo a pesar de…
En vez de retener, mejor hablemos de motivar al talento para que se quede, crear oportunidades para que no quieran irse, cubrir sus necesidades para que quieran quedarse, estar a la altura de sus expectativas para que no huyan.
Dándole una vuelta al término y al hecho de que las empresas buscan talento y desean que ese talento no se vaya de la empresa, me planteo si en algún momento desde la empresa nos hemos preguntado lo siguiente:
¿Qué ocurre cuando las necesidades y las motivaciones de esa persona van cambiando según el momento vital en el que se encuentre?
